El Obispado de Plasencia fue canónicamente erigida por el Papa Clemente III, (Pontificado de diciembre de 1187 a marzo de 1191),a
instancias del Rey de Castilla Alfonso VIII, en el año 1189, poco
después de la fundación de la ciudad por el referido monarca.
Aunque la bula original no ha sido conservada, el texto íntegro se encuentra en un escrito posterior de Honorio III, el 14 de noviembre de 1221 por el que se confirma la creación del Obispado.
En esta época, existen dos datos de relevancia:
En junio de 1188, el Papa Clemente III insta a Pedro Tajador, Arcediano de Plasencia, para que someta a todos los placentinos a la autoridad del Obispado de Ávila.
El 1 de junio de 1190, firma una orden de donación del rey Alfonso VIII D. Bricio, ya como Obispo de Plasencia.
Con toda seguridad, se puede afirmar que la Diócesis comienza a existir como tal, ya desde 1189.
Desde el principio de su fundación, Plasencia perteneció a la sede metropolitana de Compostela, que sustituyó a la de Mérida, por entonces casi despoblada y en poder de los musulmanes.
A partir del concordato de 1851, y durante casi siglo y medio la diócesis placentina fue sufragánea de la Iglesia Metropolitana de Toledo. Finalmente el 28 de julio de 1994, el Papa Juan Pablo II creó la provincia eclesiástica Emeritense- Pacense que agrupaba a las tres diócesis extremeñas: Mérida-Badajoz, Coria-Cáceres, Plasencia.
Geografía Diocesana: La bula fundacional señala los confines del obispado que comprende el término de Plasencia y las cuatro villas comprendidas dentro de la jurisdicción espiritual: Monfragüe, Trujillo, Santa Cruz y Medellín, “con todas sus pertenencias”. Plasencia y Ávila se disputan Béjar, que quedó finalmente perteneciendo a Plasencia.
Desde Fernando III (entre 1232-1234), en que se reconquista Trujillo y Medellín, hasta 1959 han permanecido intactos los límites diocesanos de Plasencia. En ese año pasaron a la diócesis de Ávila los pueblos abulenses que pertenecían al arciprestazgo de Beceda y se incorporaron al episcopado de Plasencia cuatro poblaciones salmantinas y dos cacereñas. Además se acabó con la anomalía de dos pueblos que a la vez pertenecían a las dos diócesis por estar ellos cruzados por la Vía de la Plata que separaba ambos obispados. Así las dos parroquias de Baños de Montemayor se adjudicaron a Plasencia y las dos de Aldeanueva del Camino a Coria Cáceres.
La extensión de la Diócesis es algo superior a los 10.000 km 2 repartidos en tres provincias: Cáceres (donde está la mayor parte del territorio diocesano y donde se localiza la capital del obispado, Plasencia), Badajoz (con ciudades como Don Benito, Guareña, Medellín patria de Hernán Cortés, Navalvillar de Pela) y Salamanca con la ciudad de BejarEl Obispado de Plasencia fue canónicamente erigida por el Papa Clemente III, (Pontificado de diciembre de 1187 a marzo de 1191),a instancias del Rey de Castilla Alfonso VIII, en el año 1189, poco después de la fundación de la ciudad por el referido monarca.
Aunque la bula original no ha sido conservada, el texto íntegro se encuentra en un escrito posterior de Honorio III, el 14 de noviembre de 1221 por el que se confirma la creación del Obispado.
En esta época, existen dos datos de relevancia:
En junio de 1188, el Papa Clemente III insta a Pedro Tajador, Arcediano de Plasencia, para que someta a todos los placentinos a la autoridad del Obispado de Ávila.
El 1 de junio de 1190, firma una orden de donación del rey Alfonso VIII D. Bricio, ya como Obispo de Plasencia.
Con toda seguridad, se puede afirmar que la Diócesis comienza a existir como tal, ya desde 1189.
Desde el principio de su fundación, Plasencia perteneció a la sede metropolitana de Compostela, que sustituyó a la de Mérida, por entonces casi despoblada y en poder de los musulmanes.
A partir del concordato de 1851, y durante casi siglo y medio la diócesis placentina fue sufragánea de la Iglesia Metropolitana de Toledo. Finalmente el 28 de julio de 1994, el Papa Juan Pablo II creó la provincia eclesiástica Emeritense- Pacense que agrupaba a las tres diócesis extremeñas: Mérida-Badajoz, Coria-Cáceres, Plasencia.
Geografía Diocesana: La bula fundacional señala los confines del obispado que comprende el término de Plasencia y las cuatro villas comprendidas dentro de la jurisdicción espiritual: Monfragüe, Trujillo, Santa Cruz y Medellín, “con todas sus pertenencias”. Plasencia y Ávila se disputan Béjar, que quedó finalmente perteneciendo a Plasencia.
Desde Fernando III (entre 1232-1234), en que se reconquista Trujillo y Medellín, hasta 1959 han permanecido intactos los límites diocesanos de Plasencia. En ese año pasaron a la diócesis de Ávila los pueblos abulenses que pertenecían al arciprestazgo de Beceda y se incorporaron al episcopado de Plasencia cuatro poblaciones salmantinas y dos cacereñas. Además se acabó con la anomalía de dos pueblos que a la vez pertenecían a las dos diócesis por estar ellos cruzados por la Vía de la Plata que separaba ambos obispados. Así las dos parroquias de Baños de Montemayor se adjudicaron a Plasencia y las dos de Aldeanueva del Camino a Coria Cáceres.
La extensión de la Diócesis es algo superior a los 10.000 km 2 repartidos en tres provincias: Cáceres (donde está la mayor parte del territorio diocesano y donde se localiza la capital del obispado, Plasencia), Badajoz (con ciudades como Don Benito, Guareña, Medellín patria de Hernán Cortés, Navalvillar de Pela) y Salamanca con la ciudad de Bejar.
Aunque la bula original no ha sido conservada, el texto íntegro se encuentra en un escrito posterior de Honorio III, el 14 de noviembre de 1221 por el que se confirma la creación del Obispado.
En esta época, existen dos datos de relevancia:
En junio de 1188, el Papa Clemente III insta a Pedro Tajador, Arcediano de Plasencia, para que someta a todos los placentinos a la autoridad del Obispado de Ávila.
El 1 de junio de 1190, firma una orden de donación del rey Alfonso VIII D. Bricio, ya como Obispo de Plasencia.
Con toda seguridad, se puede afirmar que la Diócesis comienza a existir como tal, ya desde 1189.
Desde el principio de su fundación, Plasencia perteneció a la sede metropolitana de Compostela, que sustituyó a la de Mérida, por entonces casi despoblada y en poder de los musulmanes.
A partir del concordato de 1851, y durante casi siglo y medio la diócesis placentina fue sufragánea de la Iglesia Metropolitana de Toledo. Finalmente el 28 de julio de 1994, el Papa Juan Pablo II creó la provincia eclesiástica Emeritense- Pacense que agrupaba a las tres diócesis extremeñas: Mérida-Badajoz, Coria-Cáceres, Plasencia.
Geografía Diocesana: La bula fundacional señala los confines del obispado que comprende el término de Plasencia y las cuatro villas comprendidas dentro de la jurisdicción espiritual: Monfragüe, Trujillo, Santa Cruz y Medellín, “con todas sus pertenencias”. Plasencia y Ávila se disputan Béjar, que quedó finalmente perteneciendo a Plasencia.
Desde Fernando III (entre 1232-1234), en que se reconquista Trujillo y Medellín, hasta 1959 han permanecido intactos los límites diocesanos de Plasencia. En ese año pasaron a la diócesis de Ávila los pueblos abulenses que pertenecían al arciprestazgo de Beceda y se incorporaron al episcopado de Plasencia cuatro poblaciones salmantinas y dos cacereñas. Además se acabó con la anomalía de dos pueblos que a la vez pertenecían a las dos diócesis por estar ellos cruzados por la Vía de la Plata que separaba ambos obispados. Así las dos parroquias de Baños de Montemayor se adjudicaron a Plasencia y las dos de Aldeanueva del Camino a Coria Cáceres.
La extensión de la Diócesis es algo superior a los 10.000 km 2 repartidos en tres provincias: Cáceres (donde está la mayor parte del territorio diocesano y donde se localiza la capital del obispado, Plasencia), Badajoz (con ciudades como Don Benito, Guareña, Medellín patria de Hernán Cortés, Navalvillar de Pela) y Salamanca con la ciudad de BejarEl Obispado de Plasencia fue canónicamente erigida por el Papa Clemente III, (Pontificado de diciembre de 1187 a marzo de 1191),a instancias del Rey de Castilla Alfonso VIII, en el año 1189, poco después de la fundación de la ciudad por el referido monarca.
Aunque la bula original no ha sido conservada, el texto íntegro se encuentra en un escrito posterior de Honorio III, el 14 de noviembre de 1221 por el que se confirma la creación del Obispado.
En esta época, existen dos datos de relevancia:
En junio de 1188, el Papa Clemente III insta a Pedro Tajador, Arcediano de Plasencia, para que someta a todos los placentinos a la autoridad del Obispado de Ávila.
El 1 de junio de 1190, firma una orden de donación del rey Alfonso VIII D. Bricio, ya como Obispo de Plasencia.
Con toda seguridad, se puede afirmar que la Diócesis comienza a existir como tal, ya desde 1189.
Desde el principio de su fundación, Plasencia perteneció a la sede metropolitana de Compostela, que sustituyó a la de Mérida, por entonces casi despoblada y en poder de los musulmanes.
A partir del concordato de 1851, y durante casi siglo y medio la diócesis placentina fue sufragánea de la Iglesia Metropolitana de Toledo. Finalmente el 28 de julio de 1994, el Papa Juan Pablo II creó la provincia eclesiástica Emeritense- Pacense que agrupaba a las tres diócesis extremeñas: Mérida-Badajoz, Coria-Cáceres, Plasencia.
Geografía Diocesana: La bula fundacional señala los confines del obispado que comprende el término de Plasencia y las cuatro villas comprendidas dentro de la jurisdicción espiritual: Monfragüe, Trujillo, Santa Cruz y Medellín, “con todas sus pertenencias”. Plasencia y Ávila se disputan Béjar, que quedó finalmente perteneciendo a Plasencia.
Desde Fernando III (entre 1232-1234), en que se reconquista Trujillo y Medellín, hasta 1959 han permanecido intactos los límites diocesanos de Plasencia. En ese año pasaron a la diócesis de Ávila los pueblos abulenses que pertenecían al arciprestazgo de Beceda y se incorporaron al episcopado de Plasencia cuatro poblaciones salmantinas y dos cacereñas. Además se acabó con la anomalía de dos pueblos que a la vez pertenecían a las dos diócesis por estar ellos cruzados por la Vía de la Plata que separaba ambos obispados. Así las dos parroquias de Baños de Montemayor se adjudicaron a Plasencia y las dos de Aldeanueva del Camino a Coria Cáceres.
La extensión de la Diócesis es algo superior a los 10.000 km 2 repartidos en tres provincias: Cáceres (donde está la mayor parte del territorio diocesano y donde se localiza la capital del obispado, Plasencia), Badajoz (con ciudades como Don Benito, Guareña, Medellín patria de Hernán Cortés, Navalvillar de Pela) y Salamanca con la ciudad de Bejar.
Fuente: http://blogs.hoy.es/
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