Cuando, al final de 1861, Francia, Inglaterra y España determinaron una intervención militar en México para cobrar una deuda importante contratada con estos países, Prim condujo la expedición española que peleó en la guerra mexicana. Benito Juárez, entonces presidente de México, determinó la suspensión de pagos, en medio de los civiles conservadores y liberales. De hecho, los europeos deseaban dar el apoyo a los conservadores con el fin de recolonizar y para establecer un régimen monárquico. El General Prim inicialmente ocupó la fortaleza de San Juan de Ulúa y la ciudad de Veracruz, donde levantó la bandera española, lo que indignó al otro aliado. La parte mexicana y Prim convocaron una conferencia, en Orizaba, para discutir el problema entre España y México, donde José González Echevarría, un pariente de Francisca Agüero, intervino decisivamente. Finalmente, Prim firmó con los representantes del gobierno mexicano el acuerdo de La Soledad (Febrero 1862). Cuando Inglaterra se retiró, Prim dándose cuenta de las intenciones de los franceses para instalar un nuevo régimen en México, "el Imperio de Maximilian", decidió reembarcar sus tropas y volver a Cuba (Abril 1862), una decisión cuestionada en la Península, pero especialmente por los magnates españoles quienes perdieron la reconquista de México. Antes de volver a España, Prim fue a los EEUU, un país en medio de una guerra civil. Consiguió saber los contactos e intereses económicos entre este país y Cuba. Luego, como resultado de esta experiencia internacional, se ocuparía de los intentos de negociación de la independencia de la isla con los EEUU y con los líderes de la rebelión Cubana.
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