Durante 1940 algunos signos apuntaban cierta
agitación clandestina en la sierra. A los soldados
republicanos que optaron por permanecer en
ella se unieron evadidos de cárceles. Juntos se
movieron por los intrincados macizos montañosos
extremeños, con un fin primordial: sobrevivir.
Lentamente esos grupos van tomando cuerpo,
creándose las primeras partidas de huidos. Al
frente de ellas fueron apareciendo personajes
como Joaquín Ventas Cintas (“Chaquetalarga”),
Jesús Gómez Recio, Pedro Díaz Monje
(“Francés”), José Méndez Jaramago (“Manco de
Agudo”) y José Manuel García Martínez (“Chato
de Malcocinado”).
Desde un primer momento van a ser objeto de
incesante persecución por parte del máximo
responsable de combatirlos en Extremadura:
el teniente coronel de la Guardia Civil Gómez
Cantos, un personaje de infausto recuerdo que no
dudó en llevar a cabo acciones de escarmiento
con el fin de amedrentarlos. Dos ejemplos son
sufi cientemente ilustrativos sobre sus intenciones:
en diciembre de 1940 ordenó fusilar a 28 personas
procedentes de los pueblos de Cañamero y
Logrosán, por sospechar “connivencia con los
huidos”; y el verano de 1942 y por las mismas
razones ordenó hacer lo mismo con 24 vecinos
de Alía y del poblado de La Calera.
Esas actuaciones represivas no doblegaron a
los guerrilleros. Bajo la tutela del PCE el territorio
español se dividió en Agrupaciones Guerrilleras,
creándose a finales de 1944 un total de seis.
De éstas afectaban a tierras extremeñas
la 1ªAgrupación, denominada Centro-Extremadura,
que comprendía las provincias de Cáceres,
Toledo, Ávila y límites del Norte de Badajoz y
Ciudad Real; y la 3ª, que comprendía Córdoba,
Badajoz y zonas limítrofes. En 1945, con el fin
de provocar una posible intervención extranjera
en los asuntos políticos españoles, la actividad
del maquis alcanzó niveles hasta entonces
desconocidos. con frecuentes incursiones en
municipios, atracos, secuestros, etc., teniéndose
que multiplicar las fuerzas del orden para hacer
frente a esa actividad.
En lo que respecta a Cáceres, donde desarrolló
su labor “Pinto”, destacar entre esas actuaciones,
por su repercusión, la registrada en abril de
1945 en Mesas de Ibor, cuando una partida del
“Francés” compuesta por unos 40 guerrilleros
ocupó durante unas horas ese municipio y dejó
mal herido a uno de los cuatro guardias civiles allí
destacados. Los otros tres fueron fusilados por
orden de Gómez Cantos en la misma plaza del
pueblo por advertir en ellos “una actitud cobarde”.
Sorprendentemente, las acusaciones más graves
contra Gómez Cantos no vinieron por ordenar las
ejecuciones de los guardias, sino por su negativa
a que recibiesen los últimos auxilios espirituales.
La Iglesia intercedió en el asunto y fue expulsado
de la Benemérita.
En Cáceres en 1946 cayeron abatidos los líderes
guerrilleros: “Francés” y “Quincoces”, mientras
que “Chaquetalarga” consiguió huir a Francia.
Pese a que se trataron de tomar iniciativas como
nuevas reorganizaciones, que dieron lugar a la
creación a finales de ese año de la Agrupación
Extremadura, de la que se hizo cargo el
comunista Julio Navas Alonso (“Fabián”), lo cierto
es que la suerte estaba echada, poco a poco
fueron cayendo la mayoría de sus miembros, de
forma que aquellos que consiguieron sobrevivir
buscaron, en 1948, el exilio en Francia (el caso
de “Pinto”) o Latinoamérica como única salida.
En la provincia de Badajoz se prolongó durante
más tiempo la resistencia armada.. Sus
operaciones se desarrollaron a lo largo de la
extensa zona limítrofe entre Andalucía y Badajoz.
A diferencia de lo sucedido en Cáceres, donde
a partir de 1947 la guerrilla dejó prácticamente
de existir, en tierras de Badajoz hasta fi nalizar la
década de los cuarenta no se puede afi rmar que
las acciones del maquis dejaran de practicarse,
eso sí, con menos intensidad y eficacia a medida
que transcurrían los años. En abril de 1949
perdía la vida el jefe de la 31 División, el popular
“Bellota”. Y un año detenido, siendo fusilado en
enero del año siguiente. Su muerte significó la
desaparición definitiva del maquis en la provincia
pacense y, por ende, en Extremadura.
Fuente: MEMORIA VIVA DEL MAQUIS GERARDO ANTÓN."PINTO"de Julián Chaves Palacios.
Yó Eliseo Camacho Rubio y mi tío Pablo Rubio Rivas, fuimos secuestrados por Francisco Blancas Pino "VENENO" el 11 de noviembre de 1953, esto sucedió en Herrera del Duque (Badajoz), aquella noche tuvieron un tiroteo con la guardia civil.
ResponderEliminarEsto demuestra que lo escrito anteriormente no es cierto.