domingo, 16 de noviembre de 2008

PATANES DE LA HISTORIA DE ESPAÑA.Pedro Gómez Labrador.




Don Pedro Gómez Labrador, Marqués de Labrador, retrato de Vicente López Portaña, Museo Nacional de Arte de Barcelona
De familia noble, estudió Derecho en la Universidad de Salamanca donde se recibió como bachiller. Fue nombrado juez en la Audiencia de Sevilla en 1793. En 1798 como enviado plenipotenciario fue nombrado por Carlos IV para asistir al Papa Pío VI, prisionero de los franceses en Florencia en 1798. A continuación fue nombrado embajador en el creado Reino de Etruria, donde fueron entronizados los Borbón-Parma. En 1812, fue nombrado por Fernando VII, Secretario de Estado (equivalente al cargo actual de Ministro de Asuntos Extranjeros).[1]
Opuesto al liberalismo, contribuyó a abolir la Constitución de 1812 y le fue dado el encargo de representar a Fernando VII en los tratados de paz de Viena de 1814-1815, donde consiguió el desprecio hacia los intereses españoles, como eran los derechos relativos a la devolución de Luisiana y el reconocimiento de las posesiones americanas. El Duque de Wellington lo refirió como "el hombre más estúpido que he visto en mi vida".[2]
Como persona de poca amabilidad, no consiguió apoyo a sus demandas, en un congreso donde la vida social fue paradigmática y a la que tampoco le ayudó la falta de dinero que la Corona española no le envió. Se dice que su participación en el Congreso de Viena fue tan anodina, que no organizó ni una recepción en su residencia en Viena del Palacio Palffy (Josefsplatz).Aunque eso sí le dió para comprar ocho navios de guerra rusos destartalados, que costaron una fabulosa cantidad, al embajador de Rusia.
Murió en Madrid, mentalmente discapacitado, ciego y arruinado.


Fuente:Wikipedia

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